Las elecciones presidenciales de Camerún 2025 se perfilan como uno de los acontecimientos políticos más decisivos en la historia reciente del país. Con el presidente Paul Biya, de 92 años, buscando un octavo mandato en el poder, y con la descalificación del principal líder opositor Maurice Kamto, el debate público se ha intensificado. Muchos cameruneses se preguntan ahora si esta elección puede traer un cambio real a una nación que ha estado bajo el mismo liderazgo durante más de cuatro décadas.
De los 83 candidatos que presentaron sus solicitudes a Elections Cameroon (Elecam), solo 12 han sido aprobados para figurar en la papeleta electoral del próximo 12 de octubre. La descalificación de figuras clave como Kamto ya ha generado dudas sobre la credibilidad del proceso. A medida que aumentan las tensiones y se profundizan las divisiones políticas, la pregunta sigue siendo: ¿puede esta elección abrir el camino hacia una verdadera transformación democrática?
¿Por qué fue descalificado Maurice Kamto?
Maurice Kamto, líder del Movimiento para el Renacimiento de Camerún (MRC), era considerado por muchos como el rival más fuerte del presidente Biya. Sin embargo, fue descalificado debido a una disputa interna dentro del partido Manidem, que había respaldado su candidatura. Una facción rival presentó a otro candidato, y el Consejo Constitucional dio validez a esta última candidatura, lo que provocó la exclusión de Kamto.
El equipo legal de Kamto y sus simpatizantes calificaron la decisión de motivación política, argumentando que carecía de justificación legal sólida. Su exclusión provocó duras críticas de parte de la sociedad civil y de varios analistas políticos, quienes lo veían como una de las pocas figuras con capacidad de generar un respaldo nacional amplio. Según sus asesores, esto fue más que una cuestión legal: fue un intento deliberado de silenciar una voz creíble de cambio.
¿Quiénes son los principales candidatos en las elecciones de 2025?
Los candidatos aprobados para las elecciones presidenciales de Camerún 2025 representan una combinación de políticos consolidados y nuevas voces emergentes. El presidente Paul Biya, líder del partido gobernante Movimiento Democrático del Pueblo Camerunés (CPDM), es la figura más destacada. En el poder desde 1982, Biya hace campaña con promesas centradas en el empoderamiento de la juventud y de las mujeres. A pesar de las crecientes críticas hacia su gestión, mantiene un fuerte control institucional y una estructura partidaria leal, lo que lo convierte en un candidato difícil de vencer.
Cabral Libii, líder del Partido Camerunés para la Reconciliación Nacional (PCRN), es una alternativa popular entre los votantes jóvenes. Desde su tercer puesto en las elecciones de 2018, Libii ha ampliado su influencia política al ganar escaños en el parlamento y consejos municipales. Su campaña se enfoca en la transparencia, la reforma económica y el empoderamiento juvenil, presentándose como un reformista moderno con credibilidad a nivel de base.
Akere Muna, abogado internacionalmente reconocido y defensor de la lucha contra la corrupción, propone un plan de transición de cinco años para restaurar los estándares de gobernabilidad y reconstruir las instituciones nacionales. Hijo del exvicepresidente Solomon Tandeng Muna, aporta también una fuerte herencia política. Su mensaje gira en torno a la transparencia, la ética pública y el restablecimiento de la integridad en el servicio público.
Joshua Osih, nuevo líder del Frente Socialdemócrata (SDF), se presenta con el objetivo de recuperar el peso histórico de su partido. Osih se posiciona como un líder orientado a la reforma institucional y la justicia social. A pesar de las divisiones internas recientes dentro del SDF, espera revitalizar su influencia mediante una agenda centrada en el pueblo.
Bello Bouba Maigari, quien fue el primer primer ministro de Biya, ahora se postula de forma independiente tras décadas de asociación con el gobierno. Es una figura respetada en el norte de Camerún y ha roto con el CPDM recientemente, con un mensaje de renovación nacional. Sin embargo, su larga alianza con Biya genera dudas entre los votantes sobre su compromiso real con el cambio.
Issa Tchiroma Bakary, otro candidato sorpresivo, también se ha distanciado del gobierno tras ocupar varios cargos ministeriales. Su campaña propone una reforma total del sistema que él describe como “asfixiante”. Aunque su candidatura ha sorprendido, sus vínculos pasados con el régimen hacen que muchos cuestionen su credibilidad como verdadero opositor.
¿Puede la oposición ganar las elecciones presidenciales de Camerún 2025?
Uno de los principales obstáculos para lograr un cambio político real en Camerún ha sido la fragmentación histórica de la oposición. Sin unidad, los partidos opositores han fallado una y otra vez en presentar una competencia seria contra Biya. Sin embargo, en 1992, John Fru Ndi estuvo cerca de derrotarlo al obtener un 36% de los votos frente al 40% de Biya. Ese resultado, apoyado por una coalición parcial de partidos, sigue siendo el mejor desempeño electoral de la oposición hasta hoy.
En 2025, varios líderes de oposición han reconocido la necesidad de formar un frente común. El pasado 2 de agosto, una reunión de alto nivel en Foumban reunió a varios partidos para discutir la posibilidad de respaldar a un único candidato consensuado. En dicha reunión se destacó la importancia de elegir a una figura que sea bilingüe, reconocida nacionalmente y capaz de unir a las distintas facciones políticas. Se espera que este líder también presente una agenda de reforma realista que pueda movilizar el apoyo ciudadano y liderar una transición política significativa.
Los líderes presentes coincidieron en que Camerún necesita a alguien que escuche, que conecte con las diversas comunidades y que esté dispuesto a trabajar de forma colaborativa para el progreso del país. Si no se concreta esta unidad, la oposición corre el riesgo de dividir una vez más el voto anti-Biya, facilitando así su reelección.
¿Cuáles son los riesgos de una oposición dividida?
Si la oposición no logra unificarse en torno a un solo candidato, varios riesgos son evidentes. En primer lugar, el voto se dispersaría entre múltiples postulantes, facilitando una victoria clara de Biya. En segundo lugar, la falta de coordinación podría erosionar aún más la confianza pública en la capacidad de la oposición para gobernar. Finalmente, la desunión socavaría cualquier posibilidad de reforma a largo plazo al reforzar la percepción de que ningún candidato opositor tiene la capacidad de liderar un cambio real.
A pesar de su avanzada edad y del creciente descontento ciudadano, Biya mantiene una fuerte posición gracias a su control sobre las instituciones electorales, el acceso a recursos del Estado y alianzas regionales sólidas. Sin embargo, el aumento de la frustración, especialmente entre los jóvenes y en zonas urbanas, podría abrir la puerta a una alternativa sólida, siempre que la oposición actúe con decisión.
¿Qué pueden esperar los votantes en estas elecciones?
Las elecciones presidenciales de Camerún 2025 serán mucho más que una cita electoral. Para muchos ciudadanos, representan un momento clave en el camino democrático del país. Con Kamto fuera del juego y nuevos candidatos tomando protagonismo, la nación se encuentra en una encrucijada. Los votantes exigen cada vez más rendición de cuentas, claridad en las propuestas políticas y un liderazgo que unifique.
Este proceso electoral pondrá a prueba tanto a los candidatos como a la madurez política del electorado. Participar activamente, exigir transparencia y fomentar la construcción de coaliciones son acciones fundamentales para definir el futuro de Camerún.
Reflexión final: ¿Es este un punto de inflexión para Camerún?
Las elecciones presidenciales de Camerún 2025 representan una rara oportunidad para el cambio. Aunque Biya sigue siendo una figura dominante, el nuevo panorama político y las crecientes demandas sociales ofrecen un terreno fértil para la transformación. Pero ese cambio solo será posible si la oposición pasa de las palabras a la acción unificada, y si los ciudadanos se involucran de forma crítica y constructiva.
El resultado de esta elección puede marcar el rumbo de Camerún durante la próxima década. Si llevará al cambio o a la continuidad dependerá no solo de los votos, sino también del coraje, la cooperación y la visión colectiva de su pueblo.