Pacto de Defensa Arabia Saudí-Pakistán: Un Nuevo Capítulo en la Seguridad del Golfo y Asia del Sur

por Jacobs

El reciente Pacto de Defensa Arabia Saudí-Pakistán ha captado la atención mundial. Firmado con plena ceremonia real en Riad, el acuerdo promete compromisos de defensa mutua y una cooperación militar más profunda. Aún más importante, refleja el cambio en el orden de seguridad del Golfo, ya que los estados reconsideran su dependencia de Estados Unidos tras crisis como el ataque de Israel a Doha.

Este acuerdo es más que simbólico. Resalta la búsqueda saudí de socios regionales confiables y la renovada importancia de Pakistán en el escenario geopolítico.

¿Qué es el Pacto de Defensa Arabia Saudí-Pakistán?

El Acuerdo Estratégico de Defensa Mutua (SMDA, por sus siglas en inglés) formaliza la cooperación de larga data entre ambos países. Declara que cualquier agresión contra uno será tratada como agresión contra ambos, elevando su relación de una cooperación informal a una asociación estratégica formal. El pacto también establece un mayor entrenamiento conjunto, vínculos más estrechos en la producción de defensa y el posible despliegue de más tropas pakistaníes en Arabia Saudí.

Al consagrar estos compromisos, el Pacto de Defensa Arabia Saudí-Pakistán marca una nueva etapa en unos lazos bilaterales que llevan décadas construyéndose.

¿Por qué Arabia Saudí recurrió a Pakistán?

Durante décadas, Arabia Saudí dependió de potencias externas como el Reino Unido y luego Estados Unidos para su seguridad. Sin embargo, crecen las dudas sobre la capacidad y disposición de Washington para proteger a sus aliados del Golfo. Los recientes ataques israelíes, especialmente el de Doha, inquietaron profundamente a los líderes del Golfo que habían asumido que la presencia estadounidense evitaría tales escaladas.

Pakistán surge como socio natural en este entorno incierto. Con uno de los ejércitos más grandes del mundo musulmán, capacidad nuclear y una historia de entrenamiento a las fuerzas saudíes, Pakistán ofrece tanto credibilidad como familiaridad. El nuevo pacto refleja la estrategia saudí de diversificación, al reducir su dependencia de Washington y ampliar sus opciones de seguridad.

¿Qué tan fuertes son los lazos históricos entre Riad e Islamabad?

La relación entre Arabia Saudí y Pakistán se basa en décadas de cooperación e intereses compartidos. Arabia Saudí fue uno de los primeros países en reconocer a Pakistán tras su independencia en 1947, y apenas cuatro años después, en 1951, ambas naciones firmaron un Tratado de Amistad. En las décadas siguientes, tropas pakistaníes fueron desplegadas en Arabia Saudí y miles de militares saudíes recibieron entrenamiento en Pakistán. En 1982, un acuerdo institucionalizó aún más la cooperación militar al garantizar la cesión de fuerzas armadas pakistaníes en Arabia Saudí.

Esta larga historia sentó las bases para el actual Pacto de Defensa Arabia Saudí-Pakistán, que representa la culminación de décadas de colaboración en evolución.

¿Cómo influyó la campaña regional de Israel en este pacto?

La creciente firmeza de Israel en los conflictos regionales influyó directamente en el momento de este pacto. La guerra de doce días con Irán, respaldada por aviones estadounidenses, destruyó instalaciones nucleares y aumentó la inestabilidad en todo Oriente Medio. Los ataques en países vecinos intensificaron aún más las tensiones. El ataque a Doha en septiembre, que mató a miembros de Hamás y a un funcionario catarí pese a la presencia del Mando Central de EE. UU., alarmó a los líderes del Golfo.

Para Arabia Saudí y sus vecinos, estos eventos subrayaron la fragilidad de depender únicamente de la protección estadounidense. En este clima de inseguridad, Arabia Saudí reforzó su posición con la firma del Pacto de Defensa Arabia Saudí-Pakistán, un movimiento destinado a añadir capas de protección y credibilidad.

¿Qué riesgos hereda Pakistán con esta alianza?

Si bien el pacto eleva la influencia diplomática de Pakistán, también introduce riesgos significativos. Pakistán podría verse atrapado en las rivalidades de Arabia Saudí con Irán, lo que tensaría su delicada relación con Teherán. Al mismo tiempo, el acuerdo vincula indirectamente a Arabia Saudí con las disputas de Pakistán con India, en un momento en que los dos vecinos surasiáticos han intercambiado misiles y ataques con drones. La inestabilidad en Afganistán, bajo un gobierno talibán, podría complicar aún más los compromisos de Pakistán con Riad.

Al profundizar esta alianza, Pakistán asegura reconocimiento y relevancia en el escenario global. Sin embargo, la posibilidad de quedar enredado en rivalidades regionales demuestra que el Pacto de Defensa Arabia Saudí-Pakistán no está exento de responsabilidades y consecuencias.

¿Cómo podría reaccionar India a este pacto?

India ha cultivado cuidadosamente sus vínculos con Arabia Saudí a través de la energía, el comercio y visitas diplomáticas de alto nivel. Sin embargo, el pacto confirma que Pakistán sigue siendo un socio indispensable para Riad. Para Nueva Delhi, esto complica sus esfuerzos por aislar diplomáticamente a Pakistán y genera preocupaciones de que Arabia Saudí pueda apoyar a Islamabad en futuros conflictos.

India ha respondido con cautela, señalando que estudiará cuidadosamente las implicaciones del acuerdo. Esta postura medida refleja preocupación y, al mismo tiempo, un deseo de evitar una escalada innecesaria.

¿Tiene el pacto una dimensión nuclear?

Arabia Saudí ha expresado repetidamente interés en la energía nuclear civil, insistiendo en que no busca armas nucleares. No obstante, siempre ha habido especulaciones sobre sus intenciones, especialmente tras declaraciones de líderes saudíes que sugerían la posibilidad de adquirir un disuasivo nuclear de Pakistán si fuera necesario.

Pese a ello, los analistas aclaran que el Pacto de Defensa Arabia Saudí-Pakistán no incluye garantías nucleares. Se centra únicamente en cooperación militar convencional, entrenamiento y producción conjunta. La dimensión nuclear sigue siendo especulativa más que un componente concreto del acuerdo.

¿Qué significa esto para la influencia de EE. UU. en el Golfo?

Estados Unidos mantiene decenas de miles de tropas en Oriente Medio, pero la credibilidad de sus garantías de seguridad está en entredicho. Los estados del Golfo ya no desean depender exclusivamente de Washington, especialmente dado que sus políticas se alinean cada vez más con los intereses de Israel.

La firma del Pacto de Defensa Arabia Saudí-Pakistán refleja esta nueva realidad. Riad está diversificando sus opciones de seguridad, demostrando que Estados Unidos ya no es visto como el único garante de la estabilidad del Golfo. A menos que Washington restaure la confianza de sus aliados, corre el riesgo de que más estados busquen asociaciones alternativas.

¿Cuáles son las implicaciones más amplias para la seguridad regional?

El pacto señala la aparición de un marco de seguridad multipolar en el Golfo. Los estados del Golfo están diversificando sus asociaciones de defensa, Pakistán fortalece su papel regional y las suposiciones tradicionales sobre la dominancia estadounidense se debilitan. Al mismo tiempo, el acuerdo plantea el riesgo de enredos transregionales, con Arabia Saudí potencialmente involucrada en disputas del sur de Asia y Pakistán expuesto a rivalidades del Golfo.

Este cambio ilustra el comienzo de un nuevo orden, en el que las alianzas son menos predecibles y los poderes regionales como Pakistán, Egipto y Turquía asumen un papel mayor junto a actores externos como Estados Unidos.

Conclusión: Un nuevo capítulo en la seguridad regional

El Pacto de Defensa Arabia Saudí-Pakistán es un acuerdo histórico que refleja cambios profundos en la seguridad del Golfo y de Asia del Sur. Para Arabia Saudí, diversifica sus asociaciones de seguridad en un momento de incertidumbre creciente. Para Pakistán, restaura su relevancia e influencia en la región ampliada. Para India y Estados Unidos, introduce complicaciones y desafíos que requerirán una cuidadosa gestión.

El futuro determinará si este pacto estabiliza la región o profundiza las rivalidades. Lo que está claro es que el panorama de seguridad del Golfo y Asia del Sur ha entrado en una nueva fase, y el Pacto de Defensa Arabia Saudí-Pakistán será central en esta transformación.

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