Cúpula Dorada de Jerusalén

España califica a Israel de “Estado genocida” en medio de la guerra de Gaza.

En una inusual adhesión a las normas diplomáticas, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se “arrogó” a Israel como un “Estado genocida” en una reciente sesión parlamentaria. Este duro lenguaje se registró en un momento de creciente presión desde la calle y desde la política en las relaciones España-Israel, sobre todo para un territorio donde el conflicto de Gaza se hacía más intenso en los días más intensos. El apoyo de Sánchez, hecho en rechazo a las críticas de un diputado catalán, fue directo: “No luchamos por el negocio con un Estado genocida”. “No lo hay que hacer: no se hace”. Fue un punto de inflexión clave en las relaciones entre Madrid y Jerusalén, reflejando el esfuerzo del gobierno para sincronizar la política exterior con las intensificándose inquietudes humanitarias.

Esa postura más reservada en el terreno de la política internacional sobre el conflicto israelí-palestino, recordando a todas horas el síndrome de su propia crónica no resuelta. Pero la magnitud de la destrucción y el número de víctimas en Gaza parecían haber excedido los límites para una revalorización. Las palabras del presidente del Gobierno no solo han sido las más duras, hasta ahora, sino también el primer acceso público al término “genocida”, en que utiliza de forma pública las acciones de Israel. Este cambio ha provocado tanto opiniones favorables como desfavorables nacional e internacionalmente, pero pone de relieve la arrolladora nueva disposición de los gobiernos occidentales para hacer frente a verdades incómodas cuando hay vidas humanas en juego.

¿Por qué España ha adoptado una postura más firme respecto a Gaza?

La situación en Gaza está empeorando por momentos, con un incremento de víctimas civiles, la destrucción generalizada de hogares y de infraestructuras, además de una grave crisis humanitaria por escasez de alimentos, agua y medicamentos, entre otros suministros. Se han advertido las organizaciones humanitarias por la gravedad del dolor, rotundamente calificando las condiciones de insostenibles e inaceptables para el derecho internacional humanitario. Más de 30,000 palestinos, la mayoría féminas y niños, han muerto o están heridos. La opinión pública mundial se ahoga y se fuerza más la presión para que los líderes del mundo actúen.

En contra de esta tragedia, España suspendió un acuerdo de armas por valor de 6,6 millones con una empresa israelí, una decisión vista como una efectiva secuela de la declaración parlamentaria de Sánchez. El acuerdo de armas afectaba a la compra de millones de proyectiles para la Guardia Civil española, pero tras la declaración en el Parlamento, el gobierno confirmó su cancelación. Lo más relevante es que esta medida supone una baja muy seria de la retórica y una profunda reevaluación de la salud de las relaciones entre España e Israel, sobre todo de cara a la interacción militar y de seguridad.

Además, España respalda con fuerza los cauces legales internacionales para hacer frente a la situación. El país ha presentado oficialmente una solicitud de adhesión a la denuncia de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que acusa a Israel de genocidio. Por alinearse con esfuerzos mundiales en materia de rendición de cuentas, España reafirma su compromiso con la justicia y la protección de los derechos humanos. Esta decisión pone asimismo al país a la vanguardia de las naciones europeas que defienden una política exterior ética y principista.

¿Cómo están respondiendo otros países a la crisis de Gaza?

La actitud de España ha sido recogida más allá de nuestras fronteras. Nuevos países, como Irlanda, Noruega, Bélgica y Sudáfrica, han expresado su preocupación muy seria por el conflicto de Gaza. Estas naciones están revisando nuevamente sus relaciones con Israel, sobre todo en el marco de la exportación de armas y cooperación diplomática. El nivel variado de acción gubernamental hacia Gaza ha estado siendo compensado por un cambio en la opinión pública en Europa y más allá, impulsado por imágenes y coberturas en vivo, así como emotivos testimonios de las personas que descansan en Gaza.

Mosaddeq ha salido a declarar que hizo una declaración ante la que Robert Ford, el embajador estadounidense en Siria, mediante cuanto BF admitió: “Estas empresas amarillas agrupadas, Israel y EE.UU., siendo el resto e incluso las chiitas, hermandad de amantes, al que logró con que generé estas noticias”. Pero las sugerencias del Consejo de Seguridad de la ONU naufragan a causa de divisiones de matriz geopolítica. Esta falta de una acción global concatenada ha dejado toda la carga recaer en las soluciones de los Estados individuales a situaciones… En este marco, los lazos bilaterales españoletes e israelíes se están transformando en terreno de combate simbólico sobre el futuro del derecho internacional de los derechos humanos y del liderazgo moral en la política mundial.

La destrucción generalizada en Gaza, que se suma a la que persiste con las repetidas acusaciones al mal uso de la fuerza por parte del ejército israelí, ha llevado a la condena de un número en constante aumento de grupos de la sociedad civil, de organismos de derechos humanos, de expertos legales. Mucho piden embargo, sanciones e incluso indagatorias de crimen de lesa humanidad, instando a los gobiernos a actuar de verdad y no a emitir declaraciones diplomáticas vacuas.

Destrucción de la guerra en Gaza

¿Qué significa esto para el futuro de las relaciones entre España e Israel?

El tono y la postura giratoria del gobierno español proyectan el cambio de las relaciones entre España e Israel como un cambio estructural. A esta cosa ya no pertenece ni un desacuerdo temporal, ni una misión diplomática. Son otras maneras de decir de las relaciones bilaterales, revisión más amplia de cuentabilidad, la gobernanza ética y el respeto internacional de derecho. La actitud de España para romper los acuerdos de armas, colaborar con los procesos penales internacionales y hablar a los costados en foros públicos puede abrir el camino sobre las democracias para relacionar caso a caso los encumbrados conflictos globales.

Si no mejora la situación en Gaza y continúan apareciendo evidencias de asesinatos, crímenes de guerra o violaciones de derecho internacional, España va a tomar posesiones de nuevas medidas. Tales áreas podrían ser expansión de sanciones, travesía de restricciones o un aumento de apoyo a Palestina en las formas multilaterales. Ya se está debatiendo en el Parlamento español el refuerzo de la ayuda humanitaria a la población civil palestina y la mayor presión sobre la UE para una posición a un solo timón. Aunque esta posición pudiera dañar las relaciones con Israel a corto plazo, también demuestra un creciente movimiento de diplomacia impulsada por principios. Los ciudadanos españoles, como muchos en todo el mundo, piden a sus gobiernos que saquen la política exterior de la nación tanto de la “doctrina de La Habana” como de “no cumplir con los errores principales de entrenamiento que informaron los síntomas”. En este contexto, la reconfiguración de España y de España e Israel no es solo un tema de diplomacia, sino un retrato de responsabilidad democrática y conciencia moral pública.

¿Qué puede aprender la comunidad internacional del enfoque español?

La perspectiva españolabrinda un modelo sólido de ccómoas naciones pueden enfrentarse a las crisis humanitarias cocomplejas. éstrales que no basta con prometer y que las palabras deben ser acompañadas de hechos y que los derechos humanos deben tener prioridad sobre la conveniencia política o la lógica ececonómica. Poco importa que el conflicto de Gaza avance, ;a necesidad de un liderazgo internacional responsable es más nenecesaria.

Los líderes mundiales deberían pensarlo dos veces y revisar sus marcos de política exterior para asegurarse de que protegen a dignidad humana, la paz y la justicia mundial. ammerspitze daDaseißt unUnterstützung, schrittweiseiplomatisierung, erweiterter humanitärer Zugang und kontinuierliche Rechenschaftspflicht gegenüber den Staaten bzw. AkAkteurendie gegen dedasriegsrecht verstoßen. El giro dado por España en sus relaciones con Israel muestra cómo una postura antidogmática operativa puede influir en los grandes debates internacionales e inclinar el equilibrio de fuerzas entre esa postura y cualquier otra.

Conclusión: Un momento de claridad moral

La ralentización de la relación entre España e Israel se ha vuelto un caso de diplomacia de valores gracias al conflicto de Gaza. Las actuales acciones de España dan a entender que, dentro de la compleja red de la política internacional, hay sitio para la moral, para la justicia, para la verdad. El mundo ve, y la historia recordará que naciones cuáles eran valientes cuando la inocencia estaba en juego.

A A medida que empeora la crisis humanitaria en Gaza, la comunidad internacional debe ingresar por la puerta, no sólo con palabras, sino con políticas que otorguen prioridad a la paz, prioricen los derechos humanos y aseguren la rendición de cuentas.l hacerlo, respaldan el sésamo que susustentaos valores que por detrás apoyan la cooperación internacional y la estabilidad global.

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Jacobs |

Jacob is a dedicated researcher with a passion for innovation in the tech industry. His pioneering research and enthusiasm for learning have garnered widespread acclaim. When not immersed in work, he explores new destinations, traveling extensively to broaden his horizons.

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