La crisis de incendios de monte y ola de calor en el Mediterráneo ha superado ya el status de ningún otro problema ambiental de los últimos años, afectando a varios países a la vez. Niveles de calor sin precedentes, éxodo extremo (o exagerado) y vientos violentos, se aún más para crear condiciones en las que una simple chispa puede provocar grandes desastres importantes. En las aristas, en muchos lugares las temperaturas han rebasado los 40 °C, calientes hasta el límite de extinción de incendios.
Desafortunadamente este desastre en aumento ya ha dado sus vidas. EN España, un hombre de 50 años del país rumano falleció con heridas de quemaduras mientras intentaba salvar caballos retenidos en un establo cerca de Madrid. Un menor de cuatro años que fue encontrado inconsciente dentro de un coche por la policía en Cerdeña, un territorio a 200 kilómetros al norte de Roma, murió por heridas irreparables atribuidas a quemaduras causadas por un golpe de calor. Un soldado falleció y otro resultó seriamente herido cuando el camión cisterna en el que viajaban volcó mientras luchaban en contra del fuego en las colinas al norte de Podgorica.
Los expertos del clima dicen que estas condiciones no son más extrañas. “Hoy vivimos en un planeta mucho más caliente”, analizó un experto, que puntualizó que mucha gente sigue subestimando la amenaza que supone el calor extremo para la vida y el medioambiente.
¿Qué regiones están sufriendo el impacto más devastador?
España es una de las naciones más damnificadas por la crisis de incendios en la selva y de ola de calor en el Mediterráneo. El incendio a 25 km al norte de Madrid de Tres Cantos quemó más de 1.000 hectáreas y mató 150 ovejas y 18 caballos. Alimentado por vientos de hasta 70 km/h, el incendio es complejo de dominar.
Como indican datos oficiales de las muy intensas tormentas que han arrollado en los últimos diez días sobre las provincias de Zamora, Liberalizadora de Vapores (PUCE 155), Río de la Plata (zona de costas), se niegan informes de extracción de plata de esa especie. Incluso el sitio minero romano Las Médulas, dañado por el incendio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, pone en alerta roja a los especialistas en patrimonio cultural. En la provincia de Ourense, Galicia lucha con el mayor incendio de la temporada, que ya le ha arrebatado 3.000 hectáreas. En el sur de España, Tarifa es hasta ahora la ciudad donde 2.000 personas han tenido que dejar sus viviendas tras unas llamas que se desbordaron el lunes.
Portugal tiene que enfrentarse igualmente a tres severos incendios en sus regiones central y norte. Grecia ha declarado este viernes estados de emergencia en varias partes del país, incluido el oeste de Peloponeso e islas turísticas jónicas de Zante y Cefalonia. Los turistas han sido evacuados de hoteles, muchos caminando con maletas por calles cubiertas de humo en busca de refugio más seguro.
¿Están relacionados algunos incendios con actos de incendio intencional?
Las autoridades tienen preocupación por el ciclo sospechosamente alto de incendios que se iniciaron en cortos períodos de tiempo. Ya solo en Grecia, los bomberos han atendido 63 nuevos incendios y 106 frentes activos en un solo día. Los profesionales consideran la frecuencia de estos brotes como “anormalmente elevada”, por lo que han trasladado unidades de investigación especializadas.
En Albania, hasta 40 incendios forestales son visibles en las últimas 24 horas. Pese a que la mayoría han sido asegurados, más de una docena continúan arrastrándose al bajo mundo. Tanto fue enriquecida la policía que la mayoría fueron provocados y ha habido más de 20 personas detenidas por incendio. Desde finales de julio, como mínimo 34.000 hectáreas han sido devastadas en todo el país.
¿Cómo responden otros países a los incendios forestales y ola de calor en el Mediterráneo?
Croacia ha movilizado a 150 bomberos para proteger viviendas cerca de la ciudad costera de Split. En la provincia turca de Çanakkale, más de 2.000 residentes han sido evacuados después de que las llamas se acercaran peligrosamente a pueblos turísticos. Más de 760 bomberos, 10 aviones, nueve helicópteros y 200 vehículos están desplegados en la zona.
Turquía vive el julio más caluroso desde que comenzaron los registros hace 55 años, lo que seca peligrosamente el terreno y aumenta la probabilidad de nuevos brotes. En el sur de Francia, el calor extremo ha batido récords de temperatura en varios lugares, incluyendo Burdeos, que alcanzó los 41,6 °C. Otras ciudades como Bergerac, Cognac y Saint-Girons también registraron máximas históricas. El gobierno francés ha emitido alertas de seguridad pública, instando a los ciudadanos a evitar actividades al aire libre en las horas de mayor calor.
¿Qué dicen los expertos sobre los incendios forestales y la ola de calor en el Mediterráneo?
Los expertos medioambientales y climáticos subrayan que la situación actual refleja los riesgos crecientes de vivir en un clima más cálido. La sequía convierte la vegetación en material altamente inflamable, mientras que el aumento de las temperaturas prolonga la temporada de incendios. Los vientos intensos pueden empujar las llamas a largas distancias en cuestión de horas.
También advierten que las olas de calor extremas son cada vez más frecuentes e intensas debido al cambio climático. Sin reducciones significativas en las emisiones de gases de efecto invernadero, la región mediterránea podría enfrentar veranos aún más cálidos y secos en el futuro.
¿Qué acciones pueden reducir el impacto?
Las autoridades de varios países instan a los residentes a seguir estrictas normas de seguridad contra incendios. Estas incluyen evitar encender fuegos al aire libre, no hacer barbacoas en zonas boscosas y desechar las colillas de forma segura. Quienes viven en zonas de alto riesgo deben preparar bolsas de emergencia con artículos esenciales por si se ordena una evacuación.
Prevenir nuevos desastres requerirá esfuerzos coordinados. Es fundamental compartir recursos de extinción entre países, mejorar los sistemas de alerta temprana e invertir en infraestructuras resistentes al fuego. Los expertos también recomiendan una mejor gestión del territorio, como limpiar la vegetación seca y crear cortafuegos.
A nivel individual, los ciudadanos pueden ayudar denunciando inmediatamente cualquier actividad sospechosa. Un aviso veloz permite a las autoridades responder antes de que los conatos de incendios se conviertan en catástrofes incontrolables.
¿Por qué es necesaria una acción global urgente?
Los incendios forestales y la ola de calor en el Mediterráneo son un recordatorio contundente de la necesidad urgente de actuar contra el cambio climático. El calor extremo ya no es un fenómeno inusual: se está convirtiendo en la nueva normalidad del verano en el sur de Europa. Sin medidas decisivas, estos incendios seguirán aumentando en escala e intensidad, poniendo en riesgo vidas, economías y ecosistemas.
Las medidas inmediatas incluyen la financiación de energías renovables, leyes de protección ambiental más estrictas y acuerdos climáticos regionales. Las soluciones a largo plazo requieren cambios tanto en las políticas como en el comportamiento público, con un enfoque en la sostenibilidad y la resiliencia.
Mientras los países trabajan para contener los incendios actuales, también deben centrarse en prevenir la próxima crisis. Actuar ahora permitirá reducir el coste humano y medioambiental de futuros desastres.