Por años ha ocurrido una creciente presión en los últimos veranos en el país entre comunidades locales y ingentes cantidades de turistas internacionales. En lugar de la maratón turística de San Fernando, a la par que se cerraban tiovivos y las luces publicitarias de las fiestas de localidades como Estepona, Barcelona y las Islas Baleares se convirtieron en escenarios de protesta en respuesta al alza de los alquileres, la apretura de los servicios públicos y la general disminución de la calidad de vida. Residentes protestan después de que llegaran grandes cantidades de cruceros que atraen a los centros urbanos millones de pasajeros y alquileres turísticos efímeros que desalojan a los vecinos de sus barrios. Estos desafíos sitúan al turismo sustentable en España en el tablero de tanto la agenda.
El turismo permanentemente sigue siendo uno de los motores económicos más grandes del país mismo, contribuyendo en más del 12 % del PIB nacional. España no pretende disminuir el número de visitantes, sino equilibrarlo mejor. Política nacional: Promueve a los peregrinos a descubrir inscripciones, alargar salidas y salir durante los meses que no es verano. Este enfoque vio beneficios del turismo más equitativamente, repartiendo y reduciendo la presión en zonas con exceso de turismo.
¿Cómo pueden los viajeros apoyar la sostenibilidad?
El paso hacia un turismo sostenible depende de decisiones que tienen que tomar los mismos turistas. Quienes quieran dar algo positivo pueden empezar seleccionando fuera donde haya menos turismo. También pueden planificar algunos viajes para primavera, otoño o invierno, en las temporadas de menor afluencia y generalmente con una experiencia más auténtica. Pasarse en hoteles manejados por locales, comer en restaurantes familiares, ir a mercados tradicionales; promete que los dineros se los lleve el vecino. Descubrir entre atracciones culturales y naturales más allá de los corredores turísticos no solo enriquece la experiencia, sino que más bien también se acomoda a los conceptos del turismo sostenible en España.
¿Qué convierte a La Rioja en un paraíso del vino y la cultura?
La Rioja, situada en las delicadezas encabalgadas de los Pirineos, es una fusión entre la producción mundializada del vino y la rica cultura. Pese a su reconocida fama entre los vinoamantes, en 2024 solo acogió alrededor de 180.000 turistas internacionales, menos de la mitad de los 15,5 millones que visitó Barcelona. Este bajo volumen turístico la hace lugar ideal para los buscadores de verdadera autenticidad.
La zona abarca más de 500 bodegas que cultivan Utiel, Monastel, Garnacha, Tempranillo y Graciano. Los turistas pueden probar vinos en viñas familiares o visitar nuestras gemas arquitectónicas como las bóvedas de Marqués de Riscal, una ubicación hotel-bodega con poras de Frank Mechabología de tiras plomo ondulante y CVNE, cuyas bóvedas históricas fueron diseñadas por el taller de Gustave Telar.
Lejos de los viñedos, La Rioja cuenta con pueblos medievales como Haro y Logroño con calles adoquinadas, iglesias de más de un siglo y pubs de tapas rebosantes de vida donde sirven platos típicos como patatas a la riojana y chuletillas al sarmiento. Cada junio se celebra en Haro la Batalla del Vino, fiesta popular donde miles de personas se echan vino entre sí de una forma muy divertida.
¿Por qué Extremadura debe estar en tu lista de viajes?
Extremadura, en la frontera con Portugal, es una tierra rica en historia, cultura y naturaleza, y sigue siendo una de las regiones menos visitadas de España. Alberga tres sitios Patrimonio de la Humanidad: la ciudad medieval de Cáceres, las joyas romanas de Mérida y el destino de peregrinación de Guadalupe. El Parque Nacional de Monfragüe atrae a los amantes de la naturaleza con su abundante avifauna, mientras que Villuercas-Ibores-Jara muestra formaciones geológicas espectaculares.
El Teatro Romano de Mérida, uno de los mejor conservados fuera de Italia, acoge cada verano representaciones de obras clásicas. Cáceres, con sus murallas medievales intactas y su vibrante escena gastronómica, es un paraíso para los amantes de la cocina. Aquí, productos como la Torta del Casar, un cremoso queso de oveja, reflejan la identidad de la región.
El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe tiene un gran valor histórico y espiritual, siendo uno de los lugares visitados por Cristóbal Colón a su regreso de América. A pesar de estas riquezas, Extremadura recibe pocos turistas internacionales, convirtiéndose en un modelo de turismo sostenible en España, donde la cultura prospera sin la presión del turismo masivo.
¿Dónde disfrutar de playas vírgenes y veranos más frescos?
La costa norte de España ofrece un contraste refrescante frente a los saturados destinos mediterráneos. Desde Cantabria hasta Asturias y Galicia, se extiende un litoral de acantilados, calas escondidas y amplias playas de arena bañadas por el Atlántico. El clima veraniego es más fresco, ideal para quienes prefieren temperaturas suaves.
La gastronomía local es tan distintiva como sus paisajes. Percebes recogidos en rocas batidas por las olas, quesos curados en cuevas y sidra servida desde lo alto forman parte de la identidad culinaria del norte. En Galicia, la red de Senderos Azules ha crecido para incluir rutas costeras y fluviales, ofreciendo formas ecológicas de descubrir la región. Estos caminos, poco transitados, muestran la belleza natural y apoyan economías locales, en consonancia con los principios del turismo sostenible en España.
¿Qué isla lidera el camino hacia la sostenibilidad?
El Hierro, la más pequeña y occidental de las Islas Canarias, es un ejemplo de equilibrio entre turismo y medio ambiente. Con poco más de 26.000 visitantes al año —una cifra mínima en comparación con los millones que recibe Tenerife—, la isla ha conservado su encanto natural y su espíritu comunitario.
Designada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, El Hierro presenta paisajes volcánicos, bosques frondosos y más de 100 especies endémicas. También ha ganado reconocimiento mundial por su apuesta por las energías renovables, logrando funcionar íntegramente con energía limpia durante casi 36 días en 2024. Sus aguas son famosas para el buceo, y el parapente, el senderismo y el ciclismo son otras formas de disfrutar al aire libre. Este es un ejemplo claro de turismo sostenible en España en la práctica.
¿Por qué Teruel es el tesoro olvidado de España?
Teruel, en el este del país, es conocida como la provincia olvidada. Sin conexión ferroviaria directa y con una ubicación apartada, se mantiene alejada de las rutas turísticas principales. Esta situación ha permitido preservar su autenticidad. La provincia es famosa por su arquitectura mudéjar, que combina influencias islámicas y cristianas en elaborados ladrillos y torres ornamentadas.
Muchos de sus pueblos medievales se asientan en laderas escarpadas, ofreciendo vistas panorámicas. Sus paisajes invitan a la exploración, desde la recolección de trufas hasta rutas que muestran huellas de dinosaurios fosilizadas. Pozas naturales bajo cascadas ofrecen lugares perfectos para nadar en plena naturaleza.
Con un turismo reducido, la acogida es cálida y genuina. Los habitantes ven en los visitantes una oportunidad de desarrollo que no pone en riesgo su estilo de vida, reforzando los valores del turismo sostenible en España.
¿Cómo puedes contribuir al turismo sostenible en España?
Apoyar los objetivos de sostenibilidad del país empieza por planificar con cuidado. Viajar fuera de temporada reduce la presión sobre los destinos más populares y distribuye las visitas a lo largo del año. Alojarse en establecimientos locales garantiza que el gasto beneficie directamente a la comunidad. Moverse con un ritmo más lento y permanecer más tiempo en cada destino permite un contacto más profundo con la cultura local. Aprender las costumbres y participar con respeto fortalece el vínculo entre viajeros y anfitriones.
Conclusión
España ofrece mucho más que sus icónicas ciudades y playas. Desde los viñedos de La Rioja hasta las costas volcánicas de El Hierro, hay destinos donde la cultura, la naturaleza y la hospitalidad permanecen intactos. Escoger estos lugares permite disfrutar de experiencias auténticas mientras se protegen las comunidades que los acogen.
Cada decisión —cuándo viajas, a dónde vas y cómo gastas— influye en el futuro del turismo sostenible en España. Con elecciones conscientes, los viajeros pueden ayudar a que sus paisajes, tradiciones y modos de vida perduren para las generaciones futuras.