Balas y munición de la OTAN

Posible cambio en el gasto de defensa de España: El debate sobre las tecnologías de doble uso y la financiación de la UE

El gobierno español ha estado considerando redirigir la financiación de defensa de la UE para impulsar su industria, una medida que podría permitir al país cumplir con sus obligaciones con la OTAN, a la vez que impulsa el crecimiento económico y el desarrollo regional. El gobierno está explorando el potencial de las tecnologías de doble uso para beneficiarse de estos fondos. Estas tecnologías, aplicables tanto en contextos civiles como militares, podrían desempeñar un papel importante en esta estrategia de financiación.

Las tecnologías de doble uso son aquellas con aplicaciones tanto civiles como militares, ofreciendo flexibilidad y versatilidad a los gobiernos que buscan maximizar sus inversiones tecnológicas. Un ejemplo destacado son los drones, que cumplen múltiples funciones, como la logística comercial en el sector civil y el reconocimiento y la vigilancia en operaciones militares. Otro ejemplo es la inteligencia artificial (IA), ampliamente utilizada en el diagnóstico médico y la ciberseguridad, pero que también desempeña un papel vital en los sistemas de defensa. Si bien la conexión entre algunas tecnologías de doble uso y la defensa es clara, otras pueden parecer ambiguas a primera vista.

El concepto de tecnologías de doble uso es fundamental en la estrategia del gobierno español para asegurar la financiación de defensa de la UE. España podría utilizar estas tecnologías como puente para acceder a recursos financieros destinados a una mayor cohesión económica y territorial. Por ejemplo, proyectos de infraestructura civil como carreteras, puentes y aeropuertos, aunque principalmente de naturaleza civil, podrían clasificarse como de doble uso al considerar su potencial para apoyar operaciones militares, como el movimiento de tropas o la respuesta a emergencias. Al aprovechar esta definición flexible, España podría asignar más recursos a su sector de defensa sin generar alarma política ni encontrarse con una fuerte oposición, especialmente de los partidos de izquierda nacionales.

En este contexto, las tecnologías de doble uso podrían justificar el aumento del gasto militar y, al mismo tiempo, el apoyo a los sectores civiles, satisfaciendo así tanto las necesidades de defensa como los objetivos de crecimiento económico. Esta estrategia permite al gobierno español cumplir con sus compromisos con la OTAN sin tener que tomar decisiones difíciles sobre inversiones militares o civiles. Sin embargo, aún no está claro si el gobierno español optará por esta vía.

¿Cómo se relaciona la estrategia «ReArm Europe» de la UE con España?

La estrategia “ReArm Europe” de la Unión Europea, introducida en los últimos años, ofrece a los Estados miembros la opción de utilizar la financiación de defensa de la UE para fortalecer sus industrias militares, manteniendo al mismo tiempo los objetivos generales de la UE de promover la cohesión económica, social y territorial. Esta estrategia se alinea con el compromiso de la UE de reducir la desigualdad entre regiones, centrándose especialmente en las zonas con menor renta per cápita.

A través de la financiación de defensa de la UE, la UE pretende proporcionar asistencia financiera a los países que necesitan apoyo para desarrollar sus capacidades de defensa. La financiación está diseñada para fomentar el desarrollo de tecnologías militares, infraestructuras de defensa y otras iniciativas que contribuyan a la seguridad de los Estados miembros y de toda la región europea. Al apoyar el sector de defensa, la UE espera crear empleo y estimular el crecimiento económico en regiones con un menor crecimiento económico.

Si bien España aún no ha decidido definitivamente si solicitará financiación de defensa de la UE con fines militares, el gobierno ha indicado que está considerando esta opción. El Ministerio de Defensa está trabajando activamente para identificar proyectos que podrían considerarse tecnologías de doble uso, lo que abriría la puerta a la financiación de la UE. Dado el gasto de defensa relativamente bajo de España, redirigir los fondos de cohesión al sector de defensa permitiría al país cumplir con sus compromisos con la OTAN sin incurrir en costes políticos internos adicionales. Esta estrategia podría permitir a España seguir fortaleciendo su sector de defensa, garantizando al mismo tiempo que estos esfuerzos estén alineados con las prioridades de la UE, como la creación de empleo y el desarrollo regional.

¿Cuáles son las medidas recientes de la Unión Europea en materia de financiación de la defensa?

En marzo de 2025, la Comisión Europea aprobó el plan «ReArm Europe», que permite a los Estados miembros asignar una parte de sus fondos de cohesión a fines relacionados con la defensa. Esta aprobación supuso un cambio significativo en la política de defensa de la UE, reflejando la creciente importancia de la seguridad y la defensa en la agenda europea. Con la política revisada, los Estados miembros pueden utilizar la financiación de defensa de la UE para diversas iniciativas relacionadas con la defensa, como la infraestructura de movilidad militar, el apoyo a la industria de defensa y la modernización de las tecnologías militares.

La reasignación de estos fondos es condicional, y el requisito principal es que los proyectos financiados con fondos de defensa de la UE contribuyan a la creación de empleo y al crecimiento económico. Esto garantiza que los fondos se utilicen no solo para mejorar las capacidades de defensa, sino también para apoyar objetivos económicos más amplios, como el crecimiento sostenible y la competitividad. La Comisión Europea ha dejado claro que las inversiones en defensa deben estar en consonancia con los objetivos fundamentales de la UE: la cohesión económica y social, y se anima a los Estados miembros a utilizar estos fondos de forma que promuevan la estabilidad y la prosperidad en las regiones menos desarrolladas.

Países como Polonia ya han aprovechado esta oportunidad, estableciendo un fondo específico para financiar proyectos de la industria de defensa en el marco de los Fondos de Próxima Generación de la UE. Otros países, como Italia y Portugal, han rechazado la idea de redirigir los fondos de cohesión a la defensa, alegando preocupación por las implicaciones políticas y económicas de dicho cambio. Sin embargo, la postura de España sigue siendo incierta, ya que el gobierno continúa evaluando los posibles beneficios y riesgos de participar en la iniciativa de financiación de defensa de la UE.

¿Cómo gestionará España sus compromisos presupuestarios de defensa? El gasto en defensa de España es actualmente uno de los más bajos de Europa, con un gasto en defensa de alrededor del 1,3% del PIB, según datos de la OTAN. Esto ha suscitado preocupación sobre la capacidad de España para cumplir su compromiso con la OTAN de destinar el 2% del PIB a defensa para 2029. El gobierno español ha reconocido la necesidad de aumentar el gasto en defensa en los próximos años, pero se enfrenta a importantes retos para lograrlo. El aumento propuesto de 3.500 millones de euros en el gasto de defensa, parte de la reforma de los Presupuestos Generales del Estado, representaría un paso hacia el cumplimiento de este objetivo.

Sin embargo, este ambicioso objetivo plantea interrogantes sobre cómo España reducirá la brecha con sus socios europeos. Alcanzar un objetivo de gasto en defensa del 2% en un plazo corto requerirá decisiones difíciles sobre la asignación de recursos gubernamentales. Además de aumentar el gasto en defensa, el gobierno español deberá explorar fuentes alternativas de financiación, como los fondos de defensa de la UE disponibles a través de la estrategia “ReArm Europe”.

Los desafíos políticos también complican los esfuerzos de España por aumentar el gasto en defensa. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus socios de izquierda, como el partido Sumar, se han opuesto abiertamente a la escalada de las inversiones militares. Su postura antibélica ha generado tensión política, especialmente ante la proximidad de las elecciones generales en España. La división política en torno al gasto en defensa podría dificultar al gobierno impulsar aumentos significativos en el gasto militar, especialmente si necesita desviar fondos de otras partidas presupuestarias.

Soldados marchando en formación

¿Qué es la Política de Cohesión Actualizada de la UE y cómo afecta a España?

El 1 de abril de 2025, la Comisión Europea presentó una actualización de su política de cohesión para el período 2021-2027, que incluye disposiciones que facilitan a los Estados miembros la asignación de parte de sus fondos de cohesión a proyectos de defensa. Esta actualización refleja el creciente énfasis de la UE en la seguridad y la defensa, especialmente en el contexto de las tensiones geopolíticas en Europa y más allá.

La política de cohesión actualizada reconfigura recursos clave dentro del presupuesto de la UE para priorizar las inversiones relacionadas con la defensa. En concreto, incluye financiación para infraestructuras de movilidad militar, lo que ayudaría a mejorar el movimiento de tropas y equipo militar en toda Europa. La política también apoya a la industria de defensa, incluyendo la innovación tecnológica y los esfuerzos de modernización. Además, las regiones cercanas a la frontera oriental de la UE, especialmente las cercanas a Rusia, pueden optar a una prefinanciación especial si destinan al menos el 15 % de sus fondos de cohesión a proyectos relacionados con la defensa. Para España, esta actualización podría representar una valiosa oportunidad para obtener financiación adicional para proyectos de infraestructura relacionados con la defensa. Si España decide asignar parte de sus fondos de cohesión a defensa, la política actualizada podría ayudar a cumplir tanto los objetivos de gasto en defensa de la OTAN como los objetivos económicos más amplios del país.

¿Optará España por asignar los Fondos de Cohesión a la Defensa?

Actualmente, la postura de España sobre la asignación de la financiación de defensa de la UE sigue siendo incierta. Si bien el gobierno ha expresado su interés en explorar esta opción, aún no ha tomado una decisión definitiva. Dados los debates políticos en curso sobre el gasto en defensa y las limitaciones presupuestarias actuales del país, es probable que el gobierno español continúe sopesando las ventajas y desventajas de participar en la iniciativa de financiación de defensa de la UE.

Si España decide acceder a estos fondos, deberá desenvolverse en un panorama político complejo, equilibrando sus compromisos de defensa con las preocupaciones internas sobre la desigualdad económica y la estabilidad social. Sin embargo, si España decide redirigir sus fondos de cohesión a la defensa, podría representar un paso significativo hacia el fortalecimiento de las capacidades militares del país, al tiempo que cumple con sus obligaciones con la OTAN. A medida que la estrategia de defensa de la UE continúa evolucionando, la decisión de España será examinada con lupa tanto por sus socios europeos como por los grupos políticos nacionales. El gobierno español se enfrenta a un difícil reto: alcanzar sus objetivos de defensa sin distanciarse de su base política y del electorado en general.

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Jacobs |

Jacob is a dedicated researcher with a passion for innovation in the tech industry. His pioneering research and enthusiasm for learning have garnered widespread acclaim. When not immersed in work, he explores new destinations, traveling extensively to broaden his horizons.

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