Con la habilidad de recolectar una amplia gama de información fisiológica, los relojes inteligentes están progresando velozmente desde simples monitores de actividad hasta instrumentos médicos avanzados. De acuerdo con los expertos en mercadotecnia, la adopción de relojes inteligentes está en crecimiento, con estimaciones que calculan más de 400 millones de unidades comercializadas a nivel global para el año 2027. Este avance tecnológico está generando nuevas oportunidades para el cuidado de la salud, desde la medicina preventiva hasta la supervisión postoperatoria, e intervenciones que podrían ser efectivas.
Un caso ilustrativo es el ensayo llevado a cabo por un jefe de anestesiología en el Hospital Universitario CHUV, donde se dotó a los pacientes de un reloj inteligente Masimo W1 varias semanas antes de la intervención quirúrgica. Este aparato proporciona mediciones constantes y de alta calidad médica de la frecuencia cardíaca, el nivel de oxígeno en la sangre, la respiración, el pulso e incluso los niveles de hidratación. Las capas de información del reloj inteligente se pueden definir como un “gemelo digital” de cada paciente, lo que facilita una atención anticipada.
“Nuestro objetivo es utilizar estos datos recolectados preoperatoriamente para anticipar posibles complicaciones antes o después de la cirugía y actuar de forma preventiva”, señala el anestesiólogo.
¿Puede el monitoreo cardíaco en tiempo real conducir a una detección temprana?
Los relojes inteligentes ya están generando efecto en el campo de la cardiología. Los datos constantes que recolectan posibilitan a los cardiólogos detectar condiciones que podrían ser graves mucho antes de que los síntomas se transformen en críticos. Un aumento en la cantidad de pacientes que llevan sus datos de salud recogidos mediante relojes inteligentes a las clínicas, lo que facilita una intervención precoz.
“Un número creciente de pacientes están dispuestos a emplear sus relojes inteligentes para recolectar ciertos datos y posteriormente proporcionarnos las impresiones y resultados”, afirma un cardiólogo. “Podemos profundizar más y corroborar esas irregularidades”.
En abril, una investigación evidenció que las lecturas del ECG de los relojes inteligentes podrían identificar con fiabilidad latidos extra en personas de 50 a 70 años. Estas arritmias podrían indicar problemas más serios, como la fibrilación auricular (AFib), un estado caracterizado por pulsaciones irregulares y veloces. Otros estudios han evidenciado que la inteligencia artificial puede emplear los datos del ECG de Apple Watch para identificar una fracción de eyección reducida—un indicador crucial del rendimiento cardíaco—con una precisión del 88%, un índice frecuentemente asociado con la insuficiencia cardíaca.
“Los pacientes pueden pulsar un botón cuando experimenten síntomas, obtener un ECG y traerlo a nosotros”, indica un especialista en cardiología. Este feedback en tiempo real facilita a los cardiólogos el inicio de tratamientos preventivos, como la receta de anticoagulantes para pacientes con riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular debido a la AFIB. Esta información podría eventualmente contribuir en la administración de los riesgos cardiovasculares para pacientes con diabetes tipo 2, quienes tienen un elevado riesgo de sufrir complicaciones cardiacas.
“El motivo por el cual las personas con diabetes llevan una vida más breve es que presentan un riesgo elevado de padecer afecciones cardíacas”, indica un experto. “Esperamos que en el futuro, esta información pueda ser empleada para identificar señales precoces que adviertan al paciente y al doctor acerca de su potencial riesgo de ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares”.
¿Pueden los Relojes Inteligentes Detectar Enfermedades Neurológicas Tempranamente?
Las posibilidades de uso de la tecnología de relojes inteligentes van más allá de la salud del corazón. Una investigación del 2023 realizada por la Universidad de Cardiff empleó información de relojes inteligentes para detectar señales precoces de la enfermedad de Parkinson hasta siete años antes de un diagnóstico oficial. La investigación, que supervisó a más de 100,000 participantes, detectó leves irregularidades en los patrones de caminata que señalaban alteraciones motoras vinculadas al Parkinson.
“En el Parkinson, el diagnóstico es precedido por una extensa etapa donde surgen indicios como alteraciones sutiles en el movimiento”, afirma el principal responsable de la investigación. “Observamos que el rasgo más predictivo era una ralentización del movimiento durante la actividad física leve, muy leve para ser observada por las personas mismas”.
Los científicos aspiran a identificar el Parkinson incluso antes de fusionar datos de movimiento con otras métricas del reloj inteligente, como la calidad del sueño. Estas visiones podrían revolucionar los ensayos clínicos, dado que la contratación más precoz de personas en riesgo podría posibilitar la prueba de tratamientos neuroprotectores antes de que se produzca un daño cerebral considerable.
“Esperamos que las herramientas de identificación precoz basadas en información de relojes inteligentes sean capaces de identificar a las personas en un corto plazo, lo que podría facilitar el éxito de los ensayos de tratamiento neuroprotectores”, añade un experto.

¿Podrían los relojes inteligentes ayudar a los pacientes con epilepsia a predecir crisis?
Para individuos con enfermedades crónicas como la epilepsia, los relojes inteligentes podrían rápidamente ofrecer instrumentos inestimables para prever y gestionar crisis. Las caídas y otras lesiones vinculadas a las crisis constituyen una inquietud importante para las personas con epilepsia y tener la capacidad de anticiparse podría mejorar significativamente su calidad de vida.
“La inseguridad acerca de cuándo pueden surgir las crisis es uno de los elementos más complicados de vivir con epilepsia”, afirma un neurocientífico. “No obstante, la previsión de crisis aún se encuentra en una fase inicial”.
Actualmente, este neurocientífico está evaluando un prototipo de estudio del reloj inteligente Empática, que combina inteligencia artificial con datos, incluyendo variabilidad en la frecuencia cardíaca, temperatura corporal, patrones de movimiento corporal y conductancia cutánea, que señala alteraciones en el sistema nervioso. Al examinar estos indicadores, el equipo aspira a descubrir patrones de predicción en las horas anteriores a las crisis.
“Lo más conveniente sería que los científicos y centros de epilepsia pudieran brindar a los pacientes la posibilidad de anticipar cuándo es más probable que se presenten las crisis”, afirma el neurocientífico. “Esto podría posibilitar un tratamiento personalizado, que incluya dosis fluctuantes de fármacos y modificaciones en las actividades cotidianas para disminuir el peligro de caídas y lesiones asociadas a las crisis”.
¿Cuáles son las promesas y peligros de la tecnología de relojes inteligentes?
Pese a las promesas que brindan los relojes inteligentes, varios especialistas en salud señalan posibles desventajas, especialmente el peligro de falsos positivos. Estos pueden generar ansiedad superflua y saturar los recursos para la asistencia sanitaria. Como indica un cirujano torácico, toda tecnología innovadora necesita una evaluación rigurosa.
“La tecnología está contribuyendo a la medicina de diversas formas”, afirma el cirujano. “Una de ellas es la identificación precoz de dificultades, pero también tiene el potencial de salvar vidas”. Similar a cualquier otra tecnología, los relojes inteligentes necesitan ser examinados y valorados. Los falsos positivos pueden generar ansiedad y llevar a las personas a consultar con el médico cuando no lo requieren. Sin embargo, también resultan muy atractivos para aquellos con condiciones de salud y podrían economizar recursos para los servicios de salud al identificar problemas de manera precoz.
¿Qué sigue para los relojes inteligentes en la salud preventiva?
Conforme la tecnología de relojes inteligentes sigue progresando, el abanico de posibles usos se expande constantemente. Por ejemplo, el director ejecutivo de Masimo ha centrado su atención en la salud respiratoria y proyecta un futuro en el que los relojes inteligentes podrían incluso anticipar episodios de asma.
“Disponemos de una medición del esfuerzo respiratorio”, afirma. “Podemos determinar cuándo experimentas problemas respiratorios, ya que la frecuencia respiratoria se incrementa, el pulso se incrementa… Todo esto busca suplir la escasez de oxígeno que estás absorbiendo”.
Considere que esta tecnología podría ofrecer una abundancia de información, transformándose en un instrumento para la administración de la salud personal.
“Lo sorprendente es que en las últimas 50 a 60 años, todo lo que hemos tenido en el hogar ha sido un indicador para asistirte en la determinación de qué hacer [cuando te enfermas]”, afirma. “Ahora dispondremos de este valioso compendio de información que puede asistir a las personas a permanecer fuera del departamento de emergencias y aún así obtener el cuidado apropiado”.
Conforme los relojes inteligentes se vuelven más avanzados y pueden seguir una serie cada vez mayor de indicadores de salud, el potencial para la identificación precoz, la atención preventiva y las intervenciones en tiempo real se incrementa. Con más médicos e investigadores incorporando la tecnología portátil, el efecto en la atención sanitaria podría ser revolucionario, garantizando un futuro donde los problemas de salud se prevean y se traten mucho antes de que se transformen en problemas críticos.
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